jueves, 6 de septiembre de 2007

Después de la clasificación para Pekín 2008




Básquetbol Después de la clasificación para Pekín 2008


Sergio Hernández volvió al país con parte del plantel que consiguió la plaza olímpica en Las Vegas. "Algunos de los ausentes van a volver en China", dijo


LANACION.com Deportiva Jueves 6 de setiembre de 2007


martes, 4 de septiembre de 2007

Emmanuel Ginóbili





LANACION.com Deportiva Martes 4 de setiembre de 2007


El Preolímpico de las Vegas




Básquetbol El Preolímpico de Las Vegas


Luis Scola fue la figura del torneo y condujo al seleccionado a la clasificación para Pekín 2008, pero no se siente el nuevo líder: "Yo siempre fui igual; la única diferencia es que acá jugué más minutos", dice


LANACION.com Deportiva Martes 4 de setiembre de 2007


sábado, 16 de junio de 2007

Ginóbili y Oberto.dos expertos en triunfar y mantener el prefil bajo

Tiempo Argentino/Zetavisión/Z Inter Press
Los argentinos,decisivos en el éxito que les dio el anillo,se mantuvieron al margen de las premiaciones,acostumbrados a jugar y ganar.

CLEVELAND.- A un costado, apartado del centro del escenario, los micrófonos, el trofeo y el haz de luz principal, Manu Ginóbili, con su infaltable y cabalística bandera celeste y blanca atada en la cintura, escuchó a cada uno de los "héroes" que, emocionados, hablaron al mundo sobre el nuevo título de San Antonio, el cuarto en nueve años, conquistado anteanoche en esta ciudad. Así pasaron Peter Holt, presidente de la franquicia; Gregg Popovich, técnico; Tony Parker, elegido el MVP de la final; Michael Finley, por haber conseguido su primer título a los 34 años, y finalmente Robert Horry, debido a su ingreso en la selecta lista de los que conquistaron 7 anillos, justo uno más que Michael Jordan.

El bahiense, como si fuese un actor de reparto, distante de los agasajados, saludó a algunos amigos que le gritaban desde la tribuna, felicitó a Parker, escuchó unas palabras que Popovich le dijo al oído ( "I love you I love you" ) y chocó bien arriba su puño con el de Fabricio Oberto, que andaba también por detrás de todos, loco de alegría.

A Manu no le importó que otros se robaran el centro de la escena después del difícil triunfo ante Cleveland, por 83 a 82, que cerró la serie final con una barrida de 4 a 0. Su elevada exposición mediática, su perfil más alto y su notoriedad acababa de mostrarlas en tonos fosforescentes dentro de la cancha. Y ocurrió en el momento más caliente, cuando hacía falta, justo cuando Tim Duncan falló varios tiros y el Tony francés no anotó ni un solo tanto en el cuarto. Como casi siempre, y como a él le gusta, frotó la lámpara en el instante sublime, culminante, crucial. Con 13 de sus 27 tantos en esos momentos decisivos, más asistencias, robos y rebotes, bajó el telón de otra gran obra de los Spurs. Un triunfo memorable, que terminó con un enorme moño celeste y blanco.

El otro argentino, el cordobés, fue el mejor colaborador del bahiense. Como si el Quicken Loans Arenas fuese el Consejo Fieldhouse de Indianápolis o el Indoor Stadium de Atenas, ambos se confabularon para ponerle candado a la puerta que los demás no podían cerrar. Oberto hizo 5 tantos valiosísimos en el momento en que Cleveland había decidido cotizar alta su derrota (era hora). De los 23 tantos de los Spurs en el último cuarto, 18 fueron convertidos por los argentinos (parece un cuento de hadas), protagonistas de un hecho histórico para nuestro deporte y para la NBA. Nunca una pareja de jugadores no nacidos en Estados Unidos fue tan preponderante en la conquista de un título.

Pero ellos, ese Manu y este Fabricio parecen andar por la vida disfrutando de lo que mejor saben hacer, jugar, ganar y ser campeones. Después vuelven a su capullo de humildad y perfil bajo, a ese target de buenos muchachos de barrio y sencillos. Por eso no les importó que otros ocuparan el centro de la escena y los festejos; ellos ya habían puesto la cara dentro de la cancha, con la pelota y el aro. La gente lo sabe: por eso también son ídolos acá y la franquicia los ama.
Tiempo On Line/La Nación por Miguel Romano Enviado Especial tiempoargentino@gmail.com

sábado, 26 de mayo de 2007

Con más dinámica y decisión, Boca ganó e igualó la serie 2-2

Tiempo Argentino/Zetavisión/Z Inter Press
Se impuso a Peñarol (Mar del Plata) por 77 a 74 en la Bombonerita; mañana, en Mar del Plata, el quinto partido.
Lejos de la escasa lucidez y el miedo a perder que se observaron en los partidos anteriores, anoche Boca combinó soltura con valentía y venció a Peñarol, de Mar del Plata, por 77 a 74 en la Bombonerita, con lo que igualó 2 a 2 la serie final de la Liga Nacional Movistar (al mejor de siete encuentros).

Finalizada la primera mitad, ya se advirtió esa sensación inequívoca: se trató del primer tiempo más atractivo de la serie, fundamentalmente por la movilidad, dinámica y decisión que exhibieron ambos equipos.

Hasta los 12 minutos hubo una clara supremacía de Boca, que se apoyó en una defensa ajustada y aprovechó la inspiración en la zona pintada de Martín Leiva -10 puntos en ese primer cuarto-, sumado a las penetraciones de Raymundo Legaria.

Por ese entonces, los locales se imponían 28-18, la ventaja máxima de la serie (10 puntos) al igual que en el segundo match en Mar del Plata. Sin embargo, Peñarol encontró eficacia en los triples y, a partir del talento de Josh Pittman, comenzó a recuperarse hasta nivelar el partido. Otros artífices de la remontada fueron Jason Osborne y Tato Rodríguez. En los últimos 5 minutos se alternaron el dominio en el marcador y los visitantes quedaron arriba 40-38 antes del descanso.

Volvió a cambiar el rumbo en la segunda mitad, con la buena noticia de que el ritmo siguió incrementándose sin desmayos. Leiva, en defensa y tomando rebotes, resultó clave para que Boca adquiriera un nuevo impulso y se adelantara 59-51 al término del tercer cuarto. En tanto, Peñarol sufría de posiciones incómodas para tirar y le costaba encontrarle el punto débil al rival.

El mérito de Boca en el último cuarto fue su capacidad para mantener a raya a Peñarol, más allá de que los visitantes se acercaron en el marcador sobre la base de triples conseguidos por Tato Rodríguez. Con la serie igualada, la tensión se traslada a la ciudad balnearia. Sin un favorito definido.



La pasión regresa ahora a Mar del Plata
Será otro duelo con mucho fervor y a cancha llena, como se observó anoche en cada rincón de la Bombonerita: mañana, a las 22, en Mar del Plata, se disputará el quinto partido de la serie final, ante unas 7000 personas

viernes, 18 de mayo de 2007

Por la genialidad de Manu

Tiempo Argentino
Con su gran aporte en el último cuarto (hizo 15 de sus 26 puntos), San Antonio batió a Phoenix y se puso 3-2 en la semifinal, que seguirá hoy.
PHOENIX.- La esperada reacción y mejoría de Emanuel Ginóbili en la serie de playoffs de la NBA se produjo anteanoche, en el crucial 5o partido frente a Phoenix, de manera brillante y decisiva. Fue el goleador del encuentro y el factor determinante para que San Antonio se impusiera en otro caldeado encuentro, por 88-85, y volviera dominar la serie semifinal del Oeste por 3-2.

Manu anotó 22 de sus 26 puntos en el segundo tiempo, 15 de ellos en el último cuarto, en el que además cosechó 6 de sus 10 rebotes. Un conmovedor abrazo del pivote Tim Duncan al finalizar el cotejo -que dejó la sensación de tratarse de un enorme agradecimiento- fue quizás el mejor premio para el bahiense, además de la ratificación de que su aporte había resultado contundente, clave para regresar hoy (a las 22.30, por ESPN) al AT&T Center, donde sostendrán el 6o playoff de la serie más pareja, polémica y difundida de esta temporada.

Hacía tiempo que el escolta argentino no convertía 26 tantos o más; la última vez había sido el 8 de marzo, en la victoria sobre Sacramento (100-93), cuando anotó 31. Pero mucho más hacía que no jugaba 38 minutos, exactamente desde el 15 de noviembre ante Charlotte (caída 95-92), cuando estuvo 40m en la cancha. Además, sólo una vez tomó 10 rebotes en esta campaña (12, su récord); fue esa misma noche, frente a los Bobcats de Walter Herrmann.

El arranque de Ginóbili no fue positivo en el colmado (18.422 personas) Airways Center, de Phoenix, donde la gente silbó y abucheó a las figuras de los Spurs cada vez que tomaron el balón. La serie, vale recordarlo, comenzó con una herida en la nariz del base Steve Nash tras un choque con Tony Parker; continuó con las acusaciones de Stoudemire sobre que "Bruce Bowen, Manu y el equipo en general de San Antonio son sucios", y tuvo su cuota de mayor temperatura cuando en el 4o playoff el ala-pivote de los Spurs, Robert Horry, le dio un violento empujón a Nash, que terminó sobre los carteles de publicidad. Una leve reacción de Stoudemire y Boris Diaw, que se incorporaron del banco de los suplentes e ingresaron en la cancha durante ese incidente, generó una sanción de una fecha de la NBA. Por eso, las pancartas y las críticas contra Stern fueron durísimas anteanoche.

"Ellos estaban como un animal herido. Jugaron con mucha pasión y actitud", sintetizó Ginóbili tras la victoria. Manu, tras un comienzo flojo, recuperó su eficacia en la 2a parte y terminó con 4 de 7 dobles, 3 de 8 triples, 9 de 9 libres; 3 asistencias, 2 robos y una tapa. Claro que también perdió 5 balones, dos de ellos determinantes en los últimos segundos. "Estoy orgulloso de lo que hicimos. Necesitábamos recuperarnos del 4o partido en casa. Por eso hoy festejamos como si hubiese jugado Stoudemire", agregó el bahiense.

La última frase fue mal interpretada ayer por los integrantes de Phoenix, que la tomaron como despectiva hacia el compañero que no jugó. Una chispa más para mantener encendida la hoguera que calienta la semifinal del Oeste.

"Somos dos grandes equipos, capaces de recuperarnos de cada derrota, así que para ganar la serie tendremos que luchar mucho todavía", finalizó.

"Fue frustrante; teníamos el partido en las manos... Igualmente, la eliminatoria no terminó", afirmó Nash, autor de 19 puntos y 12 asistencias. El goleador fue Shawn Marion, con 24 y 17 rebotes.

Además de la fenomenal tarea de Ginóbili, también fue muy provechoso el trabajo de Fabricio Oberto, que aportó siempre cosas positivas. El cordobés anotó 6 tantos (2 de 2 dobles y 2 de 2 libres) y tomó un rebote, en 13 minutos. Tim Duncan, en otra sacrificada y eficaz labor, sumó 21 puntos, 12 rebotes y 5 tapas.

Si bien los Spurs sacaron una leve ventaja en el arranque del juego, no volvieron a tener la supremacía hasta cuando restaban 36 segundo, cuando Bowen clavó, desde una esquina de la cancha, un triple determinante para poner el resultado 84-81. Nash acertó dos libres después (84-83) y Manu aseguró el triunfo a 10 segundos del epílogo, con dos tiros libres.

Hoy, Phoenix, con Stoudemire y Diaw descansados y con toda la bronca encima, intentará equilibrar la serie por tercera vez y forzar un séptimo y atrapante partido, que jugarán en su casa pasado mañana.

miércoles, 12 de octubre de 2005

Presentación


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